Fuera del arte oficial, en el imperio medio se extiende una variante popular en la creación de objetos de madera que narran eventos de la vida cotidiana y hacen gala de la habilidad de los artesanos y su sentido creativo, lejos de los cánones representativos establecidos. Esta es una barca que el artista realizaba como modelo para luego hacer las que posteriormente se colocarían en las tumbas de sus clientes por lo cual tiene una confección burda, aunque no exenta de encanto ya que asemeja una representación infantil. Le faltan los remos, mástiles y aditamentos de la popa y la proa, a diferencia de otros existentes en museos como el Louvre y Leipzig que conservan todos sus elementos. Las barcas tuvieron una connotación muy importante para los egipcios, si partimos de que fue el más importante medio de transporte y la muerte misma se concibió como una travesía. Por ello se colocaban modelos de estas barcas en las tumbas para representar el viaje espiritual que debía realizar el difunto por las regiones subterráneas antes de comparecer ante Osiris en el juicio donde serían valoradas sus acciones en la vida.